Gurdjieff en Miami – Miami Book Fair

Gurdjieff en Miami

 

Tome la comprensión de Oriente y el conocimiento de Occidente. Luego, busque.

G. I. Gurdjieff. 

1922- Movimientos

Carlos Pacheco.

 

            El 22, 23 y 24  de noviembre próximo, en la ciudad de Miami, se llevará a cabo la  “Miami Book Fair” en la que participará Editorial Ganesha y miembros de la Fundación Gurdjieff de esta ciudad. Durante todo este mes se realizarán actividades que serán anunciadas en nuestra página pagina web y que formaran parte del evento Gurdjieff en Miami.  El artículo del diario “Tal Cual” de Caracas, que transcribimos a continuación fué publicado en Junio pasado, dentro de la conmemoración de los 100 años del inicio de las escuelas Gurdjieff en el mundo, el mismo explica suscintamente quien era George Ivanovich Gurdjieff y su enseñanza.

             “Al colgar el teléfono quedé con el encargo de preparar esta nota para Literales. El asunto de Gurdjieff y de su presencia en Venezuela había salido a relucir mientras comentaba con Fernando Rodríguez la convocatoria hecha por la Fundación Gurdjieff Caracas a un grupo de invitados especiales a presenciar una clase abierta de los Movimientos creados por el maestro de origen greco-armenio y educación rusa, a partir de prácticas muy antiguas, como una de las modalidades del sistema de trabajo interior que dejó como propuesta en la primera mitad del siglo XX y que ha seguido desarrollándose desde entonces, discreta pero firmemente, en muchas partes del mundo.

Y no me pareció mal, porque poco se sabe en general entre nosotros sobre el tema. No trascendió mayormente, por ejemplo, el año pasado el centenario de la primera aparición pública de G. I. Gurdjieff (1866-1949) en Moscú y San Petersburgo en 1912. Menos aún se conoce que el “Trabajo” creado por él llegó a Venezuela hace unos 60 años, de la mano de un personaje muy original, Nathalie de Salzmann de Etievan, hija de Jeanne de Salzmann, heredera espiritual de Gurdjieff, quien desde muy niña hasta casi los 30 años se formó bajo su dirección. Fué ella también la que en 1994  fundo los grupos Gurdjieff de Miami para las personas de habla hispana.

La claridad de visión, la reciedumbre de carácter y sobre todo el interés por la educación del ser humano en todas sus edades y todos sus aspectos, la llevaron a fundar en 1974 el Colegio Los Hipocampitos, una prestigiosa institución actualmente ubicada en Corralito, Edo. Miranda,Venezuela, que sería modelo piloto para planteles similares en Cali, Lima, Santiago de Chile y más recientemente en Quito, distinguidos en sus respectivos países por desarrollar una educación integradora del cuerpo, la mente y el sentimiento, postulada en el “Modelo Educativo Etievan”, según lo expresa su libro ¡No saber es formidable! (1989 y 1996), también editado en ingles bajo el titulo: A sense of wonder when I do not know.

La extraordinaria energía y dedicación de “la señora Nathalie”, como solemos llamarla con extremo respeto y afecto los padres y docentes del colegio, se proyectó también en otras “fundaciones”, entre las que destacan: los “grupos” del Trabajo establecidos y dirigidos por ella en la mayoría de los países de América Latina y en Miami; la práctica artesanal como instrumento de desarrollo de la atención en la Asociación Kiupa, fundada en 1965, cuya exposición de tapices con inspiración en los petroglifos venezolanos puede apreciarse actualmente en la sede de Santa Eduvigis, o la Editorial Ganesha, creada en 1986 con el propósito de preservar y difundir en español la integridad y sentido originales de la obra escrita y musical de Gurdjieff y libros selectos acerca de su enseñanza.

Ese temprano desarrollo del Trabajo entre nosotros por uno de sus alumnos más cercanos, pocos años luego del fallecimiento de Gurdjieff, explica por qué la fundación basada en Caracas es el cuarto miembro de la Asociación Internacional de Fundaciones Gurdjieff (IAGF), junto con organizaciones similares en París, Nueva York y Londres, los núcleos a partir de los cuales se ha ido expandiendo la enseñanza de Gurdjieff alrededor del mundo. (www.gurdjieffcaracas.org/‎).

Ahora bien, ¿qué puede decirse de un maestro como Gurdjieff, de su trayectoria y de su propuesta en unas cuantas líneas? ¿Por qué podría interesar a alguien su legado en los años iniciales del nuevo milenio, en medio de tantos conflictos y tan variadas ofertas espirituales?

Se trata de un sistema que se funda y que integra armónicamente aportes de tradiciones muy antiguas de distintas fuentes culturales y religiosas estudiadas por Gurdjieff en sus múltiples viajes por Egipto y el Medio Oriente, hasta la India y el Tíbet, pero adaptado a la mentalidad y el estilo de vida de los hombres y mujeres del Occidente contemporáneo. Es profundamente respetuoso de las religiones tradicionales, en especial de sus manifestaciones primigenias. Entre sus miembros hay practicantes de diversas religiones y también no practicantes.

Es una propuesta eminentemente práctica y científica, en el sentido más amplio de la expresión. Comienza por una sistemática observación de sí mismo y se invita a quienes se inician a no creer nada antes de haberlo experimentado de manera directa. El trabajo interior se practica en la vida, en medio de las dificultades y responsabilidades personales, familiares y profesionales.

Lo fundamental del sistema está magníficamente sintetizado y explicado en Fragmentos de una enseñanza desconocida, una formulación difícil de superar, escrita por P. D. Ouspensky tras sus primeros intercambios con Gurdjieff. Sin embargo, ese impresionante cúmulo de conocimientos sobre el macro y el microcosmos resulta en definitiva inútil sin una esforzada comprobación práctica, disciplinada y metódica, capaz de generar un progresivo conocimiento y comprensión de uno mismo que sería imposible de alcanzar de manera aislada, sin el trabajo cooperativo de un grupo y una dirección experimentada.

El mismo Gurdjieff manifestó su enseñanza de manera notablemente creativa, a través de tres formas de comunicación, vinculadas con su particular comprensión del “arte objetivo”, que resultan complementarias: a) las tres series de libros que escribió, en particular la monumental saga Relatos de Belcebú a su nieto, que podría ser leída como una gran “novela total” si no fuera porque encierra mucho más que ficción, en realidad se trata de un trabajo sobre si mismo; b) los centenares de piezas musicales que compuso a cuatro manos con el compositor ruso Thomas de Hartmann; y c) los Movimientos, esa serie de ejercicios y danzas que son a la vez un complejo símbolo, expresado por posturas y desplazamientos, y una suerte de gimnasia integral, con exigencias simultáneas para la mente, el cuerpo y el sentimiento.

Entrevistado sobre los Movimientos luego de una demostración en Boston en 1924, Gurdjieff expresó: “En realidad, hay una trinidad en el hombre. Realmente hay tres hombres en cada individuo: uno piensa, un segundo siente y un tercero actúa. Solamente cuando estas tres entidades trabajan juntas el hombre está completo. (…) Con estas danzas ellos aprenden a pensar y a sentir mientras pasan a través de los Movimientos“. (…) Practicar estas danzas de esta manera da a quien las practica la facultad de pensar, sentir y actuar; todo al mismo tiempo.”

A quien quisiera acercarse a Gurdjieff a través de un libro, recomendaría Encuentros con hombres notables, su autobiografía espiritual, llevada al cine por el director británico Peter Brook en 1978. Tanto el libro como la película dan cuenta de sus años de formación. Primero al lado de su padre, un destacado ashoj o narrador oral tradicional, y de su primer maestro, el padre Borsh, quienes lograron despertar en él las preguntas fundamentales que todo ser humano debería hacerse seriamente alguna vez en su vida. Luego, acerca de los múltiples viajes que realizó cuando, con media docena de compañeros de diversas nacionalidades y trayectorias (un arqueólogo y explorador, un mecánico naval, un sacerdote, una arpista investigadora del poder de las vibraciones, un aristócrata ruso devenido estudioso de los saberes del Oriente…) vive decenas de aventuras exteriores e interiores como parte de ese curioso equipo multidisciplinario que llega a denominar “cofradía de los buscadores de la verdad”.

Si el legado del maestro caucasiano ha continuado expandiéndose por todo el mundo, debe ser porque aquellas preguntas sencillas pero esenciales que desvelaron al Gurdjieff adolescente siguen aún vivas, mordiendo la conciencia de algunos de nuestros contemporáneos.”