Aquí hay un informe único y de primera mano sobre la vida familiar de los brahmanes ortodoxos de la India. Aceptada como miembro de una familia así, Lizelle Reymond encontró su existencia impregnada por la misma disciplina sutil que ha preservado la herencia religiosa de la India a través de miles de años. “La vida hogareña de mi familia Brahmin formó una unidad de la que no se podía restar ninguna parte”, escribe. “Por un tiempo, tuve mi propio lugar en la vida. Solo una cosa podría haberme expulsado del círculo familiar, la desobediencia a mi propia regla personal; en otras palabras, si hubiera sido deshonesta conmigo misma para bien o para mal”. En estas páginas, describe el curso del día a día de la vida de los brahmanes y cuenta cómo le enseñaron una forma de yoga que toca todos los aspectos de la experiencia humana ordinaria. Y mucho antes de que su estadía en India terminara, sabía que, independientemente de los trastornos que pudiera traer el futuro, la vida oculta de los brahmanes continuaría como siempre: inexpugnable, inquebrantable, sin cambios.